Cine para nadie

Diario de una ninfómana es una cinta española dirigida por Christian Molina, la cual se adentra en terreno minado por preceptos sociales conservadores, tratando el tema de la manía de una mujer por el sexo.

"La ninfomanía es una palabra inventada por los hombres para reprimir sexualmente a las mujeres", le dice su abuela (Geraldine Chaplin) a Valérie Tasso (Belén Fabra), una joven profesional y atractiva de 28 años. Val ha sentido el impulso de tener relaciones sexuales con cualquiera desde que perdió su virginidad en 1993. Le gusta explorar con su cuerpo y esta dispuesta a muchas cosas con tal de saciar sus ansias, pero en el camino se preocupa por no encajar en el molde social de las mujeres convencionales.

Su abuela morirá y ella tratará de buscar la felicidad en la vida, su mejor opción fue intentar una relación estable con un hombre que le parecía seguro. Jaime (Leonardo Sbaraglia) es un ejecutivo exitoso que al inicio se mostró muy amoroso con Valérie, quien frenó su promiscuidad sintiéndose enamorada. Luego Jaime mostrará su faceta como bipolar drogadicto con ataques de violencia, que la consideraba solo un objeto sexual. Val lo abandonará y retomará su vida promiscua.

Decepcionada de la monogamia probará el otro extremo. En un afán de saciar sus ansias recurrirá a la prostitución, más que como medio económico lo hará por puro placer. Se demorará en comprender que ese mundo es igual o peor que estar en una relación, ya que se dará cuenta que como prostituta se ha vuelto pura mercancía y pierde total control sobre sus relaciones con los hombres, pero no será hasta que tena una epifanía con un cliente inválido, el cual le recomienda disfrutar la vida. Valérie se dará cuenta que para ser feliz solo tiene que ser ella misma.

En definitiva es una película que ha generando tanta polémica como expectativa,por su alto contenido erótico y su temática inusual, sumado a que se trata de una historia de la vida real.